29 de enero de 2013

Uf. Nada.



Decía que siempre había algo que escribir.
Supongo.

Es como respirar sin asfixiarse. Demasiado rápido. Hasta que duele.
Es como cuando los ojos no quieren llorar pero algo de dentro quiere romper.
Saber tanto que no tienes ni idea.


-

Estúpido. 
No voy a intentar no escribir lo que siento. 

Qué destrozo. Qué forma de hundirse. Qué romántico. 
Es precioso y horrible. 

No sé reaccionar. No sé cómo debería ser, en quién debo creer, en quién debo confiar. Pero sé lo que quiero.
Quiero estar aquí, aunque escueza. 
Quiero escucharle hasta no entenderle, quiero echar de menos hasta que la ansiedad me pueda, quiero escribir lo mucho que odio querer sentirme bien, quiero luchar por los imposibles estúpidos por los que no hace falta luchar, quiero entender y desentender. Quiero ser yo. Y vaya mierda.