30 de octubre de 2011

Por: David Campanario García.

"¿Abuelo, como era esta ciudad en el pasado?"
"Verás, la gente solo se preocupaba por sí misma, en las calles había gente sin hogar...
los llamábamos vagabundos.
Usábamos vehículos con gasolina, que era muy contaminante.
Los humanos nos comíamos a los demás animales, había mucho odio y personas que mandaban sobre otras.
Los países se mataban por dinero."
"¿Países, dinero?" Preguntó atónito el niño mientras mordía la naranja que tenía en la mano.
"Ya te lo explicaré. ¿Pero sabes qué es lo mas curioso?" Preguntó.
"Qué?"
"Que entonces prácticamente todas las personas pensaban que era imposible llegar a vivir así."

http://pensamientosdeunlibertario.wordpress.com

29 de octubre de 2011

Tengo una idea.


Volvamos al masoquismo.
Volvamos al dolor, al darlo todo por ti. Sí, yo me taparé los ojos cuando pase por delante un tio que no seas tú. No querré besar, abrazar o amar a otro. Me enamoraré. Sí, gritaré a los cuatro vientos que estoy enamorada de ti.
Cuando alguien me ofrezca amor eterno contestaré "Lo siento, estoy enamorada de otro" Si pasas de mi lloraré, cuando te vea seré la tia más feliz del mundo, me hará feliz tu sonrisa. Adoraré tu voz.
Te esperaré eternamente. Pase lo que pase, diluvie, nieve, o me de una insolación de agosto en Sevilla.
Y cuando aparezcas diré que solo soy feliz gracias a ti, te pediré que no te vayas jamás, que no soy nadie sin ti, que me has sacado de todos mis pozos, que es solo por ti por lo que sigo.
Y cuando te vayas... Cuando te vayas odiaré a todos de nuevo.
Volvamos de nuevo a ese juego.

Esto es lo que me robó el silencio, un sábado de resaca.

26 de octubre de 2011

Como tocar las estrellas.


-¿Qué ha sido eso?
+¿El qué?
-Sabes de lo que hablo.
+No lo sé... Ha sido como tocar las estrellas.


Sí, como tocar las estrellas desde el fondo del mar.
Como una enorme felicidad por algo sin importancia, como sentirte culpable cuando haces algo bueno por alguien que tu mejor amigo odia.
Es como algo que no te esperas.
Despertarte con una carcajada porque sabes que anoche un desconocido te hizo feliz. No, porque sabes que hoy volverás a verle y puede que deje de ser un simple desconocido.
Sí, lo bueno llega cuando menos te lo esperas, y aunque tal vez yo sea tan... yo, y no pueda olvidar lo malo, creo que hoy por hoy, todo lo bueno lo compensa.
No puedo arrancar el pasado de mi, aun me queda mucho que analizar y yo no sé olvidar. Aún me queda mucho que ordenar, me queda mucho para terminar de separar lo que me tengo que quedar y lo que tengo que tirar a la basura. Mi pasado es muy largo, y eso que casi todo se resume en apenas 3 años.
Lo que pretendía decir con esta entrada es que sí, el pasado tal vez no lo olvide jamás (tal vez en un par de meses) tal vez le dé demasiada importancia o lo necesite como parte de mi presente, pero, también puedo vivir el presente mientras tanto.
Puedo apreciar lo que un vuelco del corazón me hace sentir, el sonido de su voz, su risa, sus ganas de hacerme feliz, mi esfuerzo por hacer feliz a alguien y esas madrugadas, esas noches, esos viernes que siempre acaban mal pero empiezan genial, puedo apreciar que alguien que apenas conozco pueda hacerme la persona más feliz del mundo. Puedo apreciar eso, dure el tiempo que dure. Me robe las lágrimas que me robe, al final del trayecto.

Esto es lo que me robó el silencio, tocando las estrellas.

17 de octubre de 2011

Podrémos volar sin alas.


+Algún día, serémos como ellos.
-¿Tú y yo? No lo creo.
+¿Porqué no?
-Somos distintos.
+Aprenderémos a ser como ellos.
-Yo no quiero ser como ellos.
+¿Acaso eres feliz siendo como eres?
-(...)
+No, ¿Verdad?
-No necesito ser feliz, necesito ser yo.
+Algún día podremos volar sin alas, podremos resistir los golpes sin hacernos pedazos, podrémos sonreir sinceramente, sin hipocresía, sin odio, podrémos aceptar que somos distintos, pero a la vez somos como ellos. Sí, creo que algún día seremos como ellos.
-¿Y dejarnos de lado?
+Solo no necesitarnos.

Esto es lo que me robó el silencio, un lunes al atardecer. Sí, al atardecer.

10 de octubre de 2011

¿Y todos los momentos?


Esta tarde miro fotos y recuerdo todo lo que pasamos.

Amistad. Todos decimos que es para siempre, y siempre se acaba rompiendo, siempre se van los que menos esperas. Y hoy vuelvo a darme cuenta de lo rápido que desaparece todo, de lo rápido que acaba todo.
Hace apenas 2 meses eramos como hermanas, nada era capaz de separarnos, y nada iba a hacerlo. Ni ellos, ni ellas, ni nosotras, nada ni nadie. Pero cuando más segura estaba de que la amistad verdadera nunca acaba, me volví a ver sola, como aquella mañana hace 3 años, como cuando perdí a lo que llamaba "mejor amiga".
Desde aquello, en aquel 2009, me ví completamente incapaz de volver a creer en la amistad, tenía colegas, pero nunca amigos y mucho menos, pensaba volver a llamar a alguien "mejor amigo/a". Pero no me dí cuenta de que tú lo eras, tú eras mi mejor amiga, y sí, es posible volver a creer en ello, cuando pasas los mejores momentos de tu vida con alguien, cuando cuentas tus secretos, cuando eres su hombro y ella es el tuyo, para desahogarte, cuando solo hace falta una llamada telefónica para que aparezca en tu casa con pipas, palomitas y una película cuando estás mal, cuando le dices "este chico no me gusta para ti" y cuando le dices al mismo chico "te juro que como le hagas daño a mi amiga te corto los huevos" ahí, cuando te ríes durante horas con esa persona, cuando haces tonterías por la calle, sin importarte quien esté alrededor, cuando puedes ser tú, y no tienes que finjir nada, ahí, ahí te das cuenta de que tienes un mejor amigo al lado, que la vida sin él no sería la misma, que si desapareciera, ¿Con quién ibas a pasar noches en vela cantando canciones de Disney? ¿A quién ibas a escuchar en la oscuridad llorar por cosas que solo tú comprendes? ¿Quién iba a escucharte a ti? ¿Quién iba a darme la mano cuando llorara por las noches si no era ella?.
Te das cuenta de que tienes un mejor amigo, cuando lo pierdes, y tal vez ese haya sido mi error, tenía tanto miedo de llamarla "mejor amiga", por no saber que hacer cuando la perdiera, que no fui capaz de ver que realmente no había sido desde el primer día. Que con ella, me enamoré por primera vez, que a ella le conté mis secretos, que con ella dí mi primera calada, mi primer trago, que con ella, fui a mi primera fiesta, que con ella pasé noches en vela, que con ella corrí en pijama por la calle en mitad de la noche, ví más películas que con nadie, conocí a mucha gente, pero siempre con ella, y siempre ibamos sonriendo, y siempre nos complementabamos, y si ella estaba mal, yo le sacaba una sonrisa.
Y cuando ella se ponía mala en el instituto, y se iba a casa, yo también, y cuando nos saltabamos las clases, ¿Quién iba a salvarme del marrón cuando nos pillara la policía si no era ella? Y lo más triste es que podría pasarme diciendo momentos, tanto tiempo como he estado a su lado, y eso no haría que regresaran.
Y no pretendo pedir perdón, tal vez por no apreciar lo que tenía, porque sé que eso no hará que vuelva, porque no es la primera vez que me pasa, y solo me queda quedarme sola poco a poco, una vez más, y darme cuenta de lo bien que lo pasabamos juntas, y de lo poco que lo valoré, de lo poco que aproveché esos momentos, de que me rallaba por tonterías, cuando podría haber pasado esos días riendo con ella.
Pero esta vez no voy a dejar que mi orgullo pueda conmigo, esta vez no voy a decir lo mucho que me molesta darme cuenta de que estoy sola, no me voy a enfadar ni voy a patalear, voy a recordar, y a quedarme con todo lo bueno que pasamos, y todo lo que aprendimos juntas, porque sé que vale la pena, porque nunca fuimos solo amigas, fuimos mejores amigas. Y espero poder decir que lo vamos a ser durante muchísimo tiempo.

Esto es lo que me robó el silencio, contando hasta doce.

3 de octubre de 2011

Como si pudiera ser eterno.


-Vive esos treinta minutos que te quedan como si pudiera ser eterno.-


Y esque al mirar el reloj y ver que quedaban tan solo 30 minutos, todo alrededor se desvaneció. Las consecuencias no imporaban y dejó de controlarse, como había hecho las más de 24 horas anteriores, no pensó en nadie, ni siquiera en sí misma, se dejó llevar por lo que sentía, no pensó en lo que la afectarían sus actos.
Necesitaba probar esos labios, sentir que él, y solo él era capaz de acelerar los latidos de su corazón, como no lo había hecho jamás ningún otro, sentirle tan cerca que por un instante pensaran que no iban a separarse jamás.
No importó el tiempo, ni lo que pasaría media hora después, ni las despedidas, ni los remordimientos, ni los "Y si...", solo importaba que había dejado escapar aquello que llevaba reteniendo tanto, y tan poco tiempo a la vez, aquello que la hacía sentir el corazón en un puño, una sensación de vacío inmensa y una soledad de lo más oscura. Aquello que la hacía sentir que lo necesitaba, que necesitaba ser suya, que necesitaba sentir que él le pertenecía a ella y a nadie más.
Y creyó, supo, que aquel instante iba a ser eterno, que aquello era solo el principio, de algo que duraría el resto de sus vidas, que iba a ser la más importante, pero una más de las muchas veces que ocurriría aquello, que le ofrecía su cuerpo y probaba sus labios como si fueran a desaparecer en cualquier momento.
Y así desaparecieron. Pasados 30 minutos, con un suspiro, se alejaron el uno del otro.
Y ella sintió que un trozo de su alma, se quedaba con él. Y no quiso mirar atrás, prefería recordar aquellos cortos minutos, los últimos, los que vivieron como si aquella historia pudiera ser eterna. Soñando con que algún día tal vez lo fuera.
Y esque se volvieran a ver o no, se cumplieran sus sueños, o acabasen en el olvido. Ella ya le había regalado aquel trozo importante de su alma, el más brillante, el más vivo y el que ella más valoraba, el que más protegía.
Y no le importaba donde fuera él, cuán lejos acabaran el uno del otro, quería que aquel trozo tan importante de sí misma, fuera siempre con él, y la volviera loca cada una de las veces que volvieran a verse.

-Y no le importaba donde fuera, quería que su alma permaneciera siempre con él.-

Esto es lo que me robó el silencio, como si pudiera ser eterno.

Inevitable.


Si siempre hay algo que falla, algo que no encaja o algo que se rompe.
Y, ¿Qué más voy a hacer yo? Si cada vez que decido darle otra oportunidad a la vida, después de jurarme y perjurarme no volver a hacerlo, vuelve a desmoronarse todo.
Siempre hay un "No puedo", un "Lo siento", o una promesa que no se cumple. Por eso ya no creo en nada.
Siempre hay dudas, miedos, mentiras, intentos, que solo quedan en eso.
Hoy no puedo ser optimista.
Una parte de mi alma vuelve a desaparecer, como si nunca hubiera existido, la otra está tan cansada que no sabe si quiere dar un paso más. Pero siempre lo acaba dando. Y se arrepiente, y llora, y patalea, y le dice a la otra parte que esta vez no ganará, que no habrá alma libre, que no habrá magia, pero la primera parte le responde con una sonrisa sádica, segura de que las dos cederán ante la locura. Y lo acaban haciendo. Y es un bucle infinito. Imposible de soportar, pero del que tampoco se puede escapar.
Es inevitable, esa es la palabra, inevitable.

Esto es lo que me robó el silencio, en aquel bucle infinito, una vez más.