16 de julio de 2014

Posdata: Siempre.




Que siempre seas el único no ayuda. Pero me gusta.
Solo sé doler y soy consciente, soy el mayor error de tu vida. El mayor error de la mia fue perderte.
Y no tengo derecho a pedir perdón,  creo que ni siquiera tengo derecho a torturarme y sentirme mal, pero ser fría es tan frío... 
Lo peor es que también me duelo a mi, que todo lo hago sin querer, que lo intento una y mil veces y parece ser que nací para cometer errores, para dar todo de mi y no ser suficiente.
Me odio por odiarme.
Soy mi mayor enemiga y a veces pienso que también soy la tuya, a pesar de ser tu mejor amiga.
Dime, ¿acaso alguien te ha hecho más daño que yo? Y soy la persona que más desea verte feliz.
Qué puta ironía,  qué triste y dramático.

No me gusta este frio. No me gusta formar parte de él para que parezca que no duele, para no castigarme, porque ni eso merezco. 
Pero es un bucle. 
Mi bucle frio, estúpido,  insistente y demencial.
Fallo, me odio, no merezco ni el odip y bloqueo los sentimientos mientras todo se derrumba alrededor.

Y podría prometerte un millón de veces que lo haré bien, que no volveré a fallar y que no volveré a hacerte daño,  que tampoco me lo haré a mi misma y que solo sentiré cosas buenas que no deba reprimir, puedo prometertelo un millón de veces, pero no serviría de nada, ninguno de los dos nos creeriamos. He nacido para doler y observar como todo se va derrumbando a mi alrededor mientras lucho por no sentir impotencia y acabar por derrumbarme junto con todo ello. (Y volver a mi hogar)

Siempre has sido todo lo importante, mi vida y mi muerte, las mejores sonrisas y lágrimas y fotos y besos y gritos y abrazos. Has sido la mejor caída libre y el mejor disparo, el mejor suicidio y la mejor forma de renacer. Resucitar. Siempre. Tú. 
Todo lo que importa, marca y duele.
Eres mi caos favorito. 
Por Dios, por ti dejé de escribir cartas a mi ángel guardián. (No, no le abandoné, es que tú eras más real y a la vez imposible. Más poesía, arte, inspiración y (más que) amor) 
Siempre tú y siempre yo. En bucle. Frío y estúpido. 

Y mejor este bucle contigo que sin ti. Pero hasta cuándo. Si no eres inmortal y no es la primera vez que te mato. Nos matamos.
Vaya una forma de amarnos. Quién lo va a entender.

Y lo mejor es que creo que en cada caída libre, en cada bucle, en cada suicidio y resurrección,  nosotros lo entendemos.
Eso creo.



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