4 de octubre de 2012

Mi llama.


Es algo que nunca desaparecerá. 
Canciones que escuché demasiado en aquella época. Libros que leí, lugares que visité, incluso frases que solíamos decir. 
Ya ni recuerdo dónde empezó todo, los días exactos, ni siquiera quienes eran exactamente las personas que pasaron por mi vida en aquellos momentos. 
El tiempo ha borrado demasiado de aquello. Pero hay algo que no podrá borrar nunca el tiempo: Lo que sentí. 

Ya casi no quedan recuerdos, solo sentimientos. Sensaciones. 
Escuchar una melodía y saber que algún día me sentí rota. Leer un libro y saber que, en alguno de esos días, me levanté buscando una solución a pesar de no creer en nada. 

A veces ni siquiera sé si ciertas cosas las viví realmente, las soñé o me lo imaginé en esos momentos en los que todo era demasiado confuso. 

De lo único que estoy segura, es de que todo aquello pasó, de que, si he olvidado detalles, incluso momentos y semanas enteras, es porque no podría haber seguido viviendo con ello. 
Tengo la experiencia, aunque queden pocos recuerdos. 
Tengo los sentimientos, aunque queden pocas imágenes. 
Quedo yo, aunque no sepa bien quién era antes. 

Será que, al fin y al cabo, siempre hay una llama que nunca se apaga. 

Esto es lo que me robó el silencio, sin pedir permiso.

1 comentario:

  1. Realmente es increíble la interpretación de lo que llegas a sentir cuando recuerdas.
    Increíble, en serio.

    @Noa1000words

    ResponderEliminar