27 de mayo de 2013

Toma nosecuantos.




El cigarro se consume pero soy yo la que arde.
Toma 1.

Ya no es como tocar las teclas de un piano.
La lluvia ya no es poesía. Las lágrimas ya no son dulces. Peor, no son amargas.
Yo ya no soy.
Una maleta a medio hacer, un billete medio comprado y un viaje en el que solo pienso.
¿Qué nos ha pasado? ¿Por qué ya no soy capaz de adorar esto?
Ante fluía. Era mágico.
Ahora me siento como una cáscara vacía, como un envoltorio arrugado.
Ya no puedo soltar lo de dentro porque dentro no hay nada.
Pero no me siento vacía. Estoy llena de vacío. Que es algo.
Inútil.


No hay comentarios:

Publicar un comentario