16 de enero de 2012

Hablando de fumar.


Estamos tan perdidos que pasamos de intentar encontrarnos.

He llegado a la conclusión de que mi sino es como pasarse la vida fumando colillas.

Sí, como esos señores que llegan a la parada mientras esperas el bus y empiezan a coger los medios cigarros que ha tirado la gente al suelo antes de subirse.
Me pregunto si lo hacen porque no quieren gastarse dinero en comprarlo, porque no lo tienen o simplemente porque se conforman con poco. En cualquier caso me sirve para la metáfora.

Fumar es un vicio, lo mires por donde lo mires. Algo que no puedes abandonar y que si lo intentaras, te costaría. Aún así sabemos que es malo. Pero lo hacemos.

Yo no puedo separarme de esta situación aunque sepa que me está destrozando por dentro, aunque no sea capaz de tener todo lo que quiero y me conforme con lo más mínimo. Aunque daría lo que fuera por tener un paquete de tabaco entero, me conformo con las colillas de las personas.

Pero no importa, siempre te quedas más tranquilo sabiendo, que aunque sea poco, tienes algo. Creo que entiendo a esos señores.

Esto es lo que me robó el silencio, hablando de fumar.

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