23 de agosto de 2011

Voy.


Allí donde estuvimos una vez. Donde debes volver, donde te esperaré.
En aquel sitio donde nos dimos la mano y echamos a correr. Donde nos reimos a carcajadas. Donde me besaste y te besé.
Voy allí donde supe lo que es amar, gracias a tus ojos.
Voy allí donde me demostraste que valía más que cualquier mal vicio. Donde me demostraste que hay alguien a quien aún le importo.
Voy donde acabamos solos en medio de un montón de gente. Mas solo existíamos tú y yo.
Donde no importaba lo que dijera, pensara o viera el resto, porque con nosotros nos bastaba.
Voy.
Voy a buscarte, o a esperarte, hasta morir de tristeza viendo que no apareces, o hasta morir de felicidad cuando vuelvas y me abraces, cuando vuelvas y me prometas que vamos a volver a vivir aquellos momentos, ni una ni dos, sino mil veces más. Voy a escuchar de tus labios que no te vas a ir nunca de mi lado, que me necesitas tanto como yo a ti.
Voy allí donde pasamos horas hablando de nosotros, de nuestro pasado, de nuestro presente y futuro juntos.
Donde veremos nevar, llover, y nos secaremos al sol, tumbados en el cesped, mientras nos miramos a los ojos.

Voy a donde espero encontrarte.

Esto es lo que me robó el silencio, mientras te buscaba.

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