3 de septiembre de 2011

Dile a los sueños que vuelen.


Ya no los necesitamos aquí, ya sé que no existen, que la única realidad es esta.
Y, ¿Para qué mentirnos? Me he intentado engañar un millón de veces, diciendo que no me duele tanto, que he aguantado cosas peores, y, lo cierto es que es verdad, he aguantado cosas mucho peores, y por eso no entiendo que me duela tanto esta realidad.
Todo sería tan fácil como hasta ahora, como escucharte, sonreírte, alegrarme de que estés bien y volver a separarnos, conformarme con un abrazo de vez en cuando y con ver tus ojos todos los viernes.
Podría seguir asumiendo lo que soy, podría seguir ahí, luchando cada minuto, pero el alma se desgasta. Algo escuece dentro, tal vez el saber que es una lucha vana, que me estoy quedando con una millonésima parte de lo que podría tener de ti. De lo que necesito tener de ti.
Y me duele más que a ti decirte que no me creo nada, es cierto, y no necesito que lo creas, solo sé que me duele mil veces más que a ti. Porque sé lo que siento, y sé lo que quisiera decirte, que confío en ti, que lo estás haciendo bien, que nadie me ha tratado tan bien como tú, pero no es lo que de verdad siento, porque personas para las cuales es mucho más difícil demostrarme algo, lo están demostrando, y yo no puedo dar más que las gracias y decir siempre la misma frase que tantos odian "estoy enamorada de otra persona". Seguro que a muchos de los que lean este tablón les suena esa frase.
Y es que debo de ser imbécil. Ya no siento nada, ¿Sabes? Es decir, hace tiempo que no sé lo que son ciertos sentimientos, sí tengo cariño a algunas personas, las quiero, los aprecio, los desprecio, me gustan, me disgustan, pero hace mucho tiempo que nadie es capaz de hacerme llorar, me digan lo que me digan, nadie es capaz de hacerme sonreír sinceramente, hagan lo que hagan, nadie es capaz de hacer que el corazón me lata a mil por hora solo con rozarme, solo con mirarme, hace tiempo que no sé lo que es la felicidad, el odio, el amor, a menos que te vea aparecer, a menos que vea a la única persona de la que sé que te has enamorado, a menos que me mires a los ojos.
Pero algún día tenía que rendirme, porque duele demasiado, porque llevo luchando mucho tiempo por algo que no me pertenece, ni nunca lo hará.
Eres el único que ha conseguido que algo me duela de esta manera, pero, hey, también eres el único que ha conseguido hacerme la persona más feliz del mundo con un abrazo, con una mirada. Eres el que me ha enseñado a luchar por lo que quiero, aunque al final no consiga nada. Me siento orgullosa de haber luchado por ti, porque eres alguien que merece la pena. Pero no puedo hacer más si tú no sientes lo mismo...
Así que bueno, se acabó el luchar. Sí, me rindo como una cobarde.
Pero nunca te voy a dejar solo.
Te quiero. <3

Esto es lo que me robó el silencio, un sábado nublado.

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