24 de diciembre de 2011

2011


Momento de recordar. Como todas las últimas entradas del año.

Recordando lo más significativo de este año 2011, le recuerdo a él, a la persona que me enseñó a amar, a la persona que me enseñó a odiar, a los que me demostraron, que de verdad me quieren y están a mi lado, aunque no me lo mereciera en su día.
Este año he aprendido demasiado. No sabía que se podía vivir tanto en 365 días. Y aun quedan 7 días por delante.

Este año, he madurado más de lo que debía. He sufrido más de lo necesario. He reído cuando no era el momento, cuando nada encajaba, cuando todo estaba mal. He sacado fuerzas para seguir adelante, a veces insuficientes, y a veces más de las que debía, dejando todo mi alrededor hecho pedazos. Pero he aprendido a vivir ante todo.
He perdido personas, y he conocido otras nuevas. He aprendido a valorar lo que tengo y lo que soy, a no valorar tanto lo que intenta hundirme y no merece mi tiempo ni pena.
He descubierto quienes son los que de verdad merecen la pena, los que van a estar conmigo pase lo que pase, y he descubierto por quién tengo que estar pase lo que pase.

Me he conocido.
Sé lo que soy, y me siento orgullosa de ello. De mi pasado doloroso, de mi futuro inexistente y de mi extraño presente, siempre lleno de novedades y situaciones inesperadas. Pero esto soy yo, y no me arrepiento absolutamente de nada de lo que ha pasado este año. Sí, si hubiera hecho ciertas cosas de otra manera, tal vez todo hubiera salido mejor. Pero gracias a todo lo que ha pasado, hoy soy quien soy. Hoy tengo lo que tengo, y puedo sonreir. Puedo asegurar que he sido feliz, y que lo volveré a ser, porque sé serlo.

Y aún me queda mucho por aprender. Mucho por vivir, o eso quiero pensar. Me queda mucho por lo que luchar, mucho que descubrir, personas a quienes perder, personas a quienes ganar y experiencias que escribir. Y tal vez algún año, pueda ser más significativo para mi que este 2011, pero hasta ahora, ha superado a aquel triste 2008, y al resto de tandas de 365 días sin apenas importancia.

Esto es lo que me robó el silencio, en 2011.

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