28 de noviembre de 2011

Y antes de que acabe noviembre...


¿Cuánto se ha cumplido has ahora?

Como desde aquel día, sigo con mi norma de jamás decir "siempre", "nunca" o hacer promesas. Porque hasta lo que crees eterno acaba desapareciendo.
No puedo comprender, y será que sigo sin encajar del todo en este mundo, cómo pueden actuar así las personas, cómo pueden hacer daño de esa manera, cómo pueden poner buena cara a alguien que les cae mal, cómo no dicen lo que piensan. Para mi es dificilísimo.
Llamadme impulsiva, loca o extraña, pero yo soy así. No soy capaz de llevarme bien con una persona que hace daño a los mios, no soy capaz de quedarme callada mientras veo como todo se derrumba. Pero todos ellos sí lo hacen. ¿Cómo?

Anoche conseguí salvarme de nuevo, de esos ataques de ansiedad. De esos que hace meses que no vienen a visitarme y, ¿Por qué ayer? Por la soledad. Porque no hay nada más doloroso que tener personas a tu lado y sentirse sola. No hay nada peor que alguien en quien confiabas te demuestre que es uno más, y te haga sentir de nuevo la rara en este sitio. Que te haga pensar que no debes ser de esa manera, que ¿Por qué tienes que ser así? ¿Por qué no podrías ser como el resto? Hipócrita, superficial, sin querer mirar más allá. Sí, así sería feliz, en la ignorancia. Ponernos una venda e intentar ser otra copia más de cada una de esas personas. Pero por más que lo intento yo no puedo ser así.
Y debo callarme. Para no hacer daño, ni a ellos ni a mi, para que no me tomen como una loca, que a pesar de haber perdido la fuente esencial de su locura, sigue siendo una tia rara y sigue sin aprender a pensar como el resto.

Esto es lo que me robó el silencio, y espero que a alguien más.

1 comentario:

  1. "¿Por qué no podrías ser como el resto? Hipócrita, superficial, sin querer mirar más allá. Sí, así sería feliz, en la ignorancia."

    Sabes que sobra que no merece la pena.

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