20 de febrero de 2012

Cosas que tú tirarías.


He estado ojeando mi estantería de recuerdos.
Está llena de polvo, de mucho polvo y parece el escritorio de un científico loco que abandonó su trabajo hace siglos.
Llena de cosas 'sin sentido', papeles y tickets, algunos libros viejos y figuras medio rotas. Chapas de redbull y alguna foto desgastada.

Solo hace un año que vivo en esta casa, pero pareciera que han pasado cientos si miras esa estantería.
Muchos pensarán que es una colección de cosas inútiles. Pero para mi, cada estupidez que coloqué un día en ella, es un recuerdo importante de mi vida.

La foto de mi abuelo que murió cuando yo tenía 12 años.
El hada que me regalaron mis padres cuando cumplí los 17 y la que me regaló un gran amigo cuando supo que me gustaban las hadas. Los planes que hice con él para huir de mi vida y que acabaron en nada. Porque jamás podré huir de mi pasado.
El 'anillo' que me hizo con el ticket del autobús alguien que supo comprenderme cuando nadie más lo hacía. La mariquita de 'asaberquématerial' que nos encontramos por la calle.
Los pendientes que me regaló quien me aseguró que algún día nos separaríamos para siempre. Y yo no le creí.
La chapa de monster que una gran persona quemó para hacerla especial. Le he fallado tanto...
El tenedor de plástico que me puse en el pelo para recogermelo en la piscina. Aquel día en que no podía parar de pensar en lo mismo.
Los muñequitos de Kinder sorpresa que me regaló mi hermano.
Libros que me han regalado personas especiales.
Aquella figurita de Jack Skeleton que hizo con sus propias manos alguien que me sorprendió gratamente. Un poeta en el que no quise confiar.
El ticket de cuando compramos unos cordones en Foot locker, la última vez que te ví.
La muñeca de Jessy, de Toy story que me regaló una gran amiga a la que no volveré a ver.
Las chapas que compré en aquel otakon donde creíamos que los chicles que nos regalaron debían de tener algo raro.
El pinypon que me regaló una chica que dejó de ser especial.
Aquel unicornio de juguete con el que jugaba de pequeña.
Un papel que simplemente me recuerda un buen día.
Un mini osito de peluche que me regaló alguien que es como mi hermana. Aún huele a su colonia.
Y un puñado de polvo que me recuerda que ha pasado más tiempo en mis recuerdos que en mi vida.

Estupideces de las que no me quiero deshacer y no lo pienso hacer jamás.

No quiero huir de mi pasado. Pasen las cosas, las personas, o las lágrimas que pasen.

No huiré de mi pasado.

Esto es lo que me robó el silencio, revolviendo los recuerdos.

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