9 de febrero de 2012

Si algún día decides irte lejos.


Recuerda.

Que un día todo estuvo roto, que un día quisiste largarte. Irte tan lejos, que nadie supiera tu nombre, que nadie recordara tu pasado. Irte allá donde pudieras ser otra persona.
Recuerda que un día dijiste "este es el mejor día de mi vida" aunque más adelante creyeras lo contrario. Que tuviste sueños. Que te abrazaron.
Recuerda, que hubo una vez en que alguien secó tus lágrimas, en que lloraste sobre el pecho de alguien que te lo ofreció.

Hubo un tiempo en el que confiabas. En el que eras feliz con las cosas más estúpidas y simples. Hubo un tiempo en que hacías planes de fin de semana, que reías hasta llorar y llorabas hasta que alguien te hiciera reír.
Recuerda que supiste amar, y reconstruir tu corazón roto. Que superaste aquellas noches de soledad y llantos, de oscuridad y locura. Recuerda que luchaste. Que hubo un tiempo en que estuviste contra todo, en que sentías que nada ni nadie iba a permitirte avanzar, pero finalmente lo conseguiste.

Piensa en aquella mirada, en aquella sonrisa, en aquel instante, aquel número, aquellas palabras que te hicieron sentir la persona más afortunada del mundo.

Recuerda aquellos errores, por los que aprendiste. Aquellos que te destrozaron. Recuerda que hubo gente que jugó contigo, por desnudar tu alma. Todas las promesas que cumpliste, y las que no. Las que jamás se formularon. Todas las promesas que te hicieron y aún estás esperando.

Recuerda cada decisión que te hizo sentir orgullosa. Cada momento en el que te tuviste que poner al frente de cien caminos y elegir tan solo uno.

Y si algún día decides irte lejos. Recuerda lo que un día fuiste, porque es lo que eres y serás.

Esto es lo que me robó el silencio, ¿Hoy no hay luna llena?

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