Ups~

Piensen lo que piensen, usen los adjetivos que usen y me desprecien, odien o se rían de mi, voy a seguir siendo yo.
Adorando los unicornios y fumando más que mis padres, riendome de que hace unos años les escondía el tabaco.
Voy a seguir hipnotizandome cuando expulso el humo lentamente por mi boca intentando crear figuras, durmiendo en la azotea y levantando la voz más de la cuenta.
Voy a obsesionarme con los sueños y a imaginar estar en otro mundo cada vez que me tumbe en la cama y no pueda dormir.
Voy a "pasarme un pelín" con el alcohol los viernes y envidiando a las chicas que tienen el pelo multicolor. Voy a motivarme escuchando canciones de Disney y a llorar con las pelis. Voy a seguir esforzandome por parecer una tipa dura.
Y me da igual lo que me digan, siempre pensaré que no sirvo para el amor, me da igual lo que me prometan, ya que ni yo soy capaz de cumplir mis promesas.

Me da igual que me bajes todas las estrellas del cielo, me las mezcles con tabaco y me digas que solo falta liarmelo y encender el mechero para ser la tia más feliz del mundo.

Seguiré siendo igual de orgullosa, y se me seguirá cayendo la baba, literalmente cuando duermo. Seguiré sin poder correr más de 10 metros seguidos, porque tengo tan pocos pulmones que lo mismo me da no tenerlos.

Soy yo, y puede que hayan pasado muchas cosas en este tiempo, pero todo aquello me ha hecho darme cuenta con lo que me debo quedar y con lo que no. Y estos son mis defectos, estas son mis virtudes, mis dudas, mis errores, mis sueños y mis miedos. Esto es lo que me hace ser yo.

Esconder el tabaco nada más llegar a casa, quedarme dormida en la azotea, esconder mis cuadernos para que nadie sepa lo que siento, beberme tres Redbull diarios, despertarme media hora despues de que suene el despertador, coleccionar peluches, pegar puñetazos a las paredes cuando me enfado, odiar mi pelo, tardes de pelis comiendo pipas y helados, pasarme los videojuegos el segundo día, corretear por el centro sin sentido ni rumbo, quedarme mirando a los skaters y esperar a que un desconocido aparezca con un unicornio multicolor mientras paseo al perro y me pida mi corazón con una voz increiblemente dulce y un cuerpazo que ni los pivones de Disney.



Esto es lo que me robó el silencio mientras escuchaba "What the hell"