24 de julio de 2011

Y a pesar de todo, volví a sonreir.

Gracias a ti, pequeño.
Creía que no tendría más remedio que escapar de tu lado, aun sabiendo que necesitaba quedarme contigo, por el bien de ambos. Me hice a la idea de vivir sin pensar en ti, sin obsesionarme con esos ojos verdes, con tu sonrisa.
Pero apareciste cuando menos te esperaba, y sin apenas mediar palabra, me volviste a sacar una sonrisa, me volviste a dar las ganas que perdí, para luchar y seguir adelante.

¿Ves? Si es que me haces imposible el pensar en olvidarte.

Gracias por salvarme de nuevo.

Esto es lo que me roba en silencio, algún día te lo diré a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario