1 de julio de 2011

Dejarlo a un lado.

Puede que sea el momento de dejar todo aquello de lado. Aquello que un día significó tanto para mi, aquello que lo fue todo y por lo que luché tanto, regalando mi tiempo, mis ganas y toda mi fuerza.
Puede que sea el momento de darme cuenta de como están las cosas, de que aqui reina el egoismo y la hipocresía. Puede que sea el momento de darme cuenta de que lo que para mi significa mi vida, para otros es solo un juego.
Tanto tiempo, dandolo todo por una persona, solucionando sus problemas mientras esto me afectaba a mi. Pero claro, nada importaba si lo que importaba era su felicidad. Tanto a él como a mi nos importaba única y exclusivamente, lo mismo.
Pero ahora me toca a mi, me toca sentirme egoista, sentirme mal, cobarde, por dejar de luchar pensando en qué hubiera pasado si hubiera seguido luchando por él, pensando, cómo hubieran sido las cosas, si hubiera actuado de otra manera.

Pero, pequeño, no voy a dejar que juegues más conmigo, que es lo único que has hecho en todo este tiempo. Has conseguido que yo, finalmente también odie ese número, que me dé cuenta de que las segundas oportunidades no son buenas, y aún menos las terceras. De que, darlo todo por una persona, sin esperar nada a cambio, más que una sonrisa, acaba demostrando la mierda que hay en el mundo, y que he pasado casi un año enamorada de un trozo más de toda esa mierda.
Lo siento, pequeño, no voy a dejar que juegues más conmigo.
Si no fue antes, no será ahora.~



Esto es lo que me robó el silencio, enseñandome a odiarte.

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