¿Ahora qué?

Ves, que el tiempo pone a cada uno en su lugar. Cada uno tiene lo que merece y lo que se ha buscado.

Y ahora podría pisotearte la autoestima, desteñir tu orgullo con ácido, pintar de gris tu ilusión y quitarte las ganas de seguir, ahora podría sacar a flotar tus puntos débiles, romperte, destrozarte, como tú intentaste hacer conmigo, y, en ocasiones conseguiste, pero, ¿Sabes? Yo no soy así. Y sí, no sabes la tentación que me invade pensando que ahora mismo podría hacerte más daño del que tú me has hecho a mi voluntariamente siempre. Pero me llena más esto, saber que puedo hacerlo, y que, ya que soy mejor persona, no lo voy a hacer.
Porque yo no soy así.

Esto es lo que me robó el silencio, cuando descubrí que yo también sé jugar sucio, más no lo haré.